Doce fresas y Möet & Chandon

Se acerca la Nochevieja y yo desde hace un tiempo decidí, tras un viaje a Londres en el que mi amiga Laura me enseñó otra forma de celebrar los últimos latidos del año, dejar las uvas de lado. La verdad es que nunca me ha gustado comer a toda prisa y al ritmo de las doce campanadas las uvas de la suerte, sobre todo por los huesecillos.

Por eso, la nueva modalidad que pongo en práctica para decir adiós al año pasa por sincronizar las doce campanadas con sendas fresas (que ya las tengo) y despedir 2010 y decir hola a 2011 con Möet & Chandon. Me encanta el champán y la combinación con el sabor de las fresas supera los mitos establecidos por la gran pantalla, es una mezcla de sabores, un estallido de sabor que permite ver los nuevos 365 días desde otro prisma.

Espero que vosotros lo sepáis disfrutar también a vuestra manera y que entréis en 2011 con buen pie. Os espero. Muac.